Un nuevo reto para el detective retirado David Gurney.
En esta historia las muertes de cuatro personas que a priori no tienen nada en común ponen en marcha la capacidad de análisis de David. El único vínculo que les une es un sueño que han tenido todos ellos antes de morir y la relación con un hipnotista, que tiene su consulta en un hotel de las montañas, al que quieren culpar de estas muertes. David, influido por su amigo Harry para que se ocupe del caso, viaja al hotel junto a su mujer para conocer al hipnotista en cuestión . Una vez allí una situación tras otra le terminan obligando a suspender el viaje que tiene programado y a permanecer en el hotel hasta que se resuelve el enigma.
Después de leer las novelas anteriores de Verdon esta me ha parecido menos adictiva, pocos personajes en un ambiente inhóspito hacen que tengas un número muy reducido de sospechosos y te hagas una idea de quién es el culpable a los pocos capítulos. A pesar de ello Verdon crea una historia paralela con la mujer de David, lo que ayuda bastante a mantener el interés.
El ambiente de la novela recuerda un poco al Resplandor de King. Un hotel incomunicado por la nieve, gente extraña, apariciones...con ello consigue la sensación claustrofóbica ideal para esta historia, sobre todo al final.
A pesar de no enganchar tanto como los anteriores casos de David Gurney hay que leerlo,
Si no habéis leído todavía nada de Verdon empezad por la primera "Sé lo qué estás pensando" y si os gusta tenéis suerte porque tras esa vienen cuatro novelas más, no tenéis que estar esperando como yo a que salga una nueva historia para seguir las andanzas del detective Gurney.
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